En los últimos años, la "desmonetización" se ha convertido gradualmente en una tendencia global. Según un informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS), para principios de 2025, más de 70 países en todo el mundo habrán entrado en la etapa de investigación y desarrollo o en la fase piloto de Dinero Digital.
Tomando a China como ejemplo, el renminbi digital (e-CNY) se ha implementado en múltiples ubicaciones, cubriendo varios escenarios como el metro, supermercados y hospitales. Aunque Europa y Estados Unidos comenzaron un poco más tarde, iniciativas como el euro digital y el sistema FedNow también están avanzando rápidamente.
A pesar de la ola imparable de digitalización, el dinero en papel aún tiene características irreemplazables:
Además, las Naciones Unidas han señalado que promover una sociedad sin efectivo demasiado rápido puede exacerbar la brecha digital y afectar a los grupos vulnerables.
El dinero digital de hecho supera a la moneda en papel en muchos aspectos:
Por lo tanto, cada vez más gobiernos están apoyando la exploración del Dinero Digital bajo el marco de la moneda fiduciaria para optimizar la infraestructura financiera nacional.
Desde una perspectiva práctica, una "desmonetización" integral debe cumplir con los siguientes requisitos previos:
Actualmente, los países nórdicos como Suecia y Noruega están cerca de una sociedad sin efectivo, con una tasa de uso de billetes físicos de menos del 10%. Sin embargo, en regiones en desarrollo como África y el sur de Asia, los billetes siguen dominando.
Es evidente que el proceso de la moneda digital reemplazando a la moneda en papel tiene diferencias regionales significativas.
Según un estudio de McKinsey, los siguientes países tienen el mayor potencial para ser los primeros en lograr la "desmonetización":
En los próximos 5-10 años, estos países pueden convertirse en pioneros de una "sociedad sin efectivo."