Una vez pensé que una vez que has estado en el mar, el agua no puede ser nada. Excepto que las nubes no son del monte Wushan. Luego supe que, al final, habrá agua débil que reemplazará al mar, y ya no habrá añoranza por el monte Wushan. Lo que me gusta sigue gustándome, pero ya no estoy obsesionado con tenerlo. La gente siempre tiene que decir adiós a lo que no puede sostener, así como algunos paisajes, solo se pueden apreciar pero no se pueden retener. Algunas personas están destinadas a ser encontradas, no a ser tomadas de la mano. Así que, después de esforzarme, elijo dejar que las cosas fluyan. No soy una persona cambiante, solo que mi pasión, al final, también tiene límites. Si la sinceridad no puede florecer, dejemos que crezca llena de espinas. Si en este mundo hay un encuentro como el de viejos amigos, también hay una despedida en caminos extraños. Hay un tipo de tristeza que se llama prometer que habrá tiempo en el futuro, pero se pierde ante la inconstancia de la vida; hay un tipo de arrepentimiento que se llama creer que solo es un encuentro casual, pero resulta ser el último adiós de esta vida...
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Una vez pensé que una vez que has estado en el mar, el agua no puede ser nada. Excepto que las nubes no son del monte Wushan. Luego supe que, al final, habrá agua débil que reemplazará al mar, y ya no habrá añoranza por el monte Wushan. Lo que me gusta sigue gustándome, pero ya no estoy obsesionado con tenerlo. La gente siempre tiene que decir adiós a lo que no puede sostener, así como algunos paisajes, solo se pueden apreciar pero no se pueden retener. Algunas personas están destinadas a ser encontradas, no a ser tomadas de la mano. Así que, después de esforzarme, elijo dejar que las cosas fluyan. No soy una persona cambiante, solo que mi pasión, al final, también tiene límites. Si la sinceridad no puede florecer, dejemos que crezca llena de espinas. Si en este mundo hay un encuentro como el de viejos amigos, también hay una despedida en caminos extraños. Hay un tipo de tristeza que se llama prometer que habrá tiempo en el futuro, pero se pierde ante la inconstancia de la vida; hay un tipo de arrepentimiento que se llama creer que solo es un encuentro casual, pero resulta ser el último adiós de esta vida...