Recientemente, el sector bancario estadounidense ha desatado una ola de oposición contra las solicitudes de licencia bancaria por parte de empresas de Activos Cripto. La Asociación Bancaria de Estados Unidos, junto con otros cuatro bancos y cooperativas de crédito principales, envió una carta conjunta a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), pidiendo la suspensión de la revisión de las solicitudes de licencia bancaria de empresas de Activos Cripto como Circle, Ripple y Fidelity Digital Assets.
Las razones detrás de esta acción son principalmente tres: en primer lugar, el sector bancario considera que existen numerosas cuestiones legales y políticas poco claras, cuestionando si el modelo operativo de las compañías de encriptación puede alcanzar los mismos estándares de confianza que los bancos tradicionales. En segundo lugar, temen que la aprobación de estas licencias pueda sentar un precedente peligroso, desviándose de las políticas y prácticas que OCC ha sostenido durante mucho tiempo. Por último, señalan que la transparencia de la información pública actual es insuficiente, lo que dificulta que el público realice una evaluación objetiva y completa de las solicitudes.
En la carta conjunta, estas instituciones financieras exigen explícitamente que OCC posponga la decisión hasta que se cumplan dos condiciones: primero, hacer pública más información detallada sobre los planes comerciales de las empresas de encriptación; segundo, dar al público tiempo suficiente para revisar y responder a esta información.
Este evento refleja la competencia entre la banca tradicional y la nueva industria de encriptación. Aunque la banca también desea participar en la competencia de Activos Cripto, parece que no dan la bienvenida a las empresas de Activos Cripto que a su vez ingresan al sector bancario, convirtiéndose en sus competidores directos.
Esta medida ha provocado un debate en la industria sobre el equilibrio entre la innovación financiera y la regulación. Los partidarios creen que tratar con precaución la entrada de las empresas de encriptación en el sector financiero tradicional ayuda a mantener la estabilidad financiera; por otro lado, los críticos argumentan que esto podría obstaculizar el desarrollo de la tecnología financiera, lo que sería perjudicial para el progreso a largo plazo de la industria. De todos modos, esta controversia resalta que, en la era de la economía digital, coordinar la relación entre las finanzas tradicionales y las nuevas tecnologías sigue siendo un problema urgente por resolver.
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Recientemente, el sector bancario estadounidense ha desatado una ola de oposición contra las solicitudes de licencia bancaria por parte de empresas de Activos Cripto. La Asociación Bancaria de Estados Unidos, junto con otros cuatro bancos y cooperativas de crédito principales, envió una carta conjunta a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), pidiendo la suspensión de la revisión de las solicitudes de licencia bancaria de empresas de Activos Cripto como Circle, Ripple y Fidelity Digital Assets.
Las razones detrás de esta acción son principalmente tres: en primer lugar, el sector bancario considera que existen numerosas cuestiones legales y políticas poco claras, cuestionando si el modelo operativo de las compañías de encriptación puede alcanzar los mismos estándares de confianza que los bancos tradicionales. En segundo lugar, temen que la aprobación de estas licencias pueda sentar un precedente peligroso, desviándose de las políticas y prácticas que OCC ha sostenido durante mucho tiempo. Por último, señalan que la transparencia de la información pública actual es insuficiente, lo que dificulta que el público realice una evaluación objetiva y completa de las solicitudes.
En la carta conjunta, estas instituciones financieras exigen explícitamente que OCC posponga la decisión hasta que se cumplan dos condiciones: primero, hacer pública más información detallada sobre los planes comerciales de las empresas de encriptación; segundo, dar al público tiempo suficiente para revisar y responder a esta información.
Este evento refleja la competencia entre la banca tradicional y la nueva industria de encriptación. Aunque la banca también desea participar en la competencia de Activos Cripto, parece que no dan la bienvenida a las empresas de Activos Cripto que a su vez ingresan al sector bancario, convirtiéndose en sus competidores directos.
Esta medida ha provocado un debate en la industria sobre el equilibrio entre la innovación financiera y la regulación. Los partidarios creen que tratar con precaución la entrada de las empresas de encriptación en el sector financiero tradicional ayuda a mantener la estabilidad financiera; por otro lado, los críticos argumentan que esto podría obstaculizar el desarrollo de la tecnología financiera, lo que sería perjudicial para el progreso a largo plazo de la industria. De todos modos, esta controversia resalta que, en la era de la economía digital, coordinar la relación entre las finanzas tradicionales y las nuevas tecnologías sigue siendo un problema urgente por resolver.